29 abr 2014

Bruce Conner "Crossroads"


Sin diálogos

En 1945 se arrojó una bomba atómica sobre el Atolón Bikini, hecho utilizado por Conner para producir un filme con imágenes de una terrorífica belleza, visualmente sorprendente y poético cuando se aplica la cámara lenta. La explosión es mostrada desde 27 ángulos diferentes, acompañada por la música del compositor avant-garde Terry Riley.

"Bruce Conner procede de la Beat Generation, movimiento caracterizado por su ironía, su crítica mordaz de la sociedad de consumo y un estilo de vida poéticamente ligado a una conciencia política subversiva. Crossroads, de 1976, muestra las primeras pruebas nucleares de la bomba atómica realizadas en el atolón Bikini, el 25 de julio de 1946, y filmadas por el ejército americano. Conner ralentiza la imagen y añade el sonido de Patrick Gleeson y Terry Riley, un ejemplo de música electrónica en sus primeras manifestaciones.
La labor alquímica de Conner consigue unos resultados que van mucho más allá de la suma de los elementos. ¿Qué se siente al ver repetidamente los efectos de la bomba atómica en el mar, sabiendo que el ejército americano las está filmando fríamente y que estudia sus técnicas de destrucción poco después de la catástrofe de Hiroshima y Nagasaki? Se siente la más completa y embriagadora inmersión en la belleza de las formaciones en forma de seta-nube que afloran del mar y se deshacen en el cielo, lentamente, acompañadas de una melodía ensoñadora. Crossroads significa cruce de caminos: nos vemos atrapados entre el referente trágico de las imágenes y el places absoluto de la experiencia fílmica.
Conner hace uso del détournement debordiano, que implica utilizar un objeto determinado y sacar a la luz sus elementos potencialmente subversivos hasta entonces latentes.
Vienen aquí a la mente las conclusiones de The Subconscious Art of Graffiti Removal de Matt McCormick (2002), donde la cobertura de los graffiti urbanos con cuadrados de color a lo Mark Rothko llevada a cabo por el ayuntamiento de Portland, Oregon, a finales de los años noventa, revela para McCormick el inconsciente creativo de los agentes de la autoridad. La teoría resultante es que la vida dentro del sistema capitalista no permite satisfacer los impulsos creativos de la mayoría, y que, en este caso aparecieron sublimados en el trabajo policial. En este mismo cruce entre lo intencionado y lo no intencionado, los oficiales del ejército destructor crearon, en 1946, en el atolón Bikini, imágenes de una belleza imponente". Laida Lertxundi, en Xcèntric. 45 películas contra dirección.

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